Annette Messager

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Annette Messager


Cuando Annette Messager decidió dedicarse al arte dividió su apartamento parisiense en dos habitaciones. Una para vivir y una para crear. En la segunda se acumulan todo tipo de restos de objetos domésticos, de papeles y revistas, de telas, juguetes, ropa, lápices, platos y fragmentos que el naufragio urbano arroja a los rincones, a los desvanes. Con esos modestos materiales, Messager ha sido capaz de revelarnos algunos de los más perturbadores aspectos del horror cotidiano. A partir de ellos, Messager es capaz de convertir un inocente cuento de hadas en un episodio de espanto."Son mis pequeñas cosas de casa. Objetos insignificantes que entran en un diálogo entre ellos y cuentan su historia", dice la artista francesa. "Juego mucho con tejidos y retales, con imágenes de trozos del cuerpo que a veces resultan violentas; los colores de los materiales también cuentan, porque a veces los tonos pasteles afilan un mensaje como si fueran cuchillos", explica.

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